Buenas tardes, mis compañeros. Si estáis leyendo esto es que habéis sobrevivido a los recuerdos de las montañas de regalos que les traía Papá Noel a vuestros amigos en cuarto curso mientras vosotros os conformabais con un jersey navideño. Os acompaño al sentimiento e incluso escribiría amén en Facebook. Estoy con el espíritu bondadoso, que le vamos a hacer.

En Nowhere blog os traemos un pequeño detalle para que no digáis que solo escribimos por los likes. La genuina playlist de nuestra andadura. Espero que la disfrutéis.

Esta semana hablaremos de un caballero nacido en Johannesburgo pero criado en Philadelphia llamado Gregory Alan Isakov. Quizás es la primera vez que habéis oído su nombre, cuando lo descubrí pensé que ojalá pudiera vivir en un entorno al que me transporta su música. Y pronto entenderéis por qué.

La apuesta de Isakov es un sonido más americano que las cheerleaders. Vale, hay muchas formas de ser muy norteamericano, y no todas son de plástico y llevan un lazo de barras y estrellas. Me refiero a ese sonido folk de raíz, con influencias del boss que están muy latentes en su último disco. El toque personal de Isakov te transporta al centro de ninguna parte una noche calurosa de julio, mirando las estrellas. Elegancia, deliciosos arreglos, variedad estilística y un aroma optimista embriagador hacen de nuestro chico una combinación simplemente perfecta.

Una cosa que siempre me ha gustado de Gregory y de su música desde la primera vez que lo escuché, es el toque de alegría astuta que parece subyacer en todo lo que canta. Es como si pudiera sentir una sonrisa tímida, candente, esperando en una esquina de sus labios. Él escribe canciones desgarradas que realmente apuñalan en el centro de una belleza tonta que existe en el mundo que nos rodea, pero que a menudo estoy demasiado ocupada para apreciar, mucho menos para darle la atención que merece. Teje las palabras en letras de las que no alcanzo a extraer lo suficiente, canciones de ese folklore de los años 50 que se mezclaba con el jazz y el rock, que centellean a medida que crecen poco a poco.

Isakov no es el típico artista de festival, su voz suave y su silenciosa presencia escénica, parece que van más con un bar perdido en algún lugar de la ciudad. En palabras del mismo Gregory: “We don’t play a lot of festivals, or outside in general . . . We like to play little places in the dark, at night.”

Su última gran creación ha sido un disco lanzado en 2016 en el cual Isakov interpreta tanto sus viejas canciones como alguna que otra nueva, junto a la Orquesta Sinfónica de Colorado. Odio, OÍDME, odio los recopilatorios o cualquier formato que se le parezca, pero realmente este disco vale la pena.

Comienza con «Liars». Esta pieza son dos canciones en una. La primera evoca la vida subconsciente, mientras que la segunda, en el momento en el que la banda comienza a tocar, es como si el personaje estuviera en el suelo, sólido o haciendo cálculos en la cabeza. Os invito a que disfrutéis del vídeo oficial de este tema, personalmente, me parece que el director captó exactamente la esencia de la canción y es que es, sencillamente, poesía.

«The clouds around here talk, man, I’ve been listening
I sold all these clothes to buy me this land
Now I’m sort of happy, most of the time»

Enlace a «Liars»: https://www.youtube.com/watch?v=LOGmE7bKH8c

La siguiente en aparecer es «Dandelion Wine». Paren rotativas, que alguien me explique la creación de esta hermosura. Los haters dirán que no es para tanto. Fina y reposada, con la sensibilidad del rasgar de las cuerdas como cebo para captar nuestra atención, y una polifonía exquisita, Dandelion es una de las rescatadas del álbum «This empty northern hemisphere», así como «Big black car» e «If I go I’m going».

En este fragmento de una entrevista para PhillyVoice (traducción libre) habla de su forma de escribir, así como de Dandelion, no tiene desperdicio:

¿Escribes a menudo canciones con el concepto de personaje, en lugar de ser autobiográficas?

«Creo que siempre lo hago allí en algún lugar, pero cuando la gente pregunta «¿Sobre quién es esa canción?» O «¿De dónde viene esa canción?» Siempre pienso: «Alrededor de 10 personas diferentes, ocho pueblos diferentes …» Escribo sobre este tipo de cosas de la vida; con las que tengo relación. Y puede llevar mucho tiempo – trabajé en esta canción llamada ‘Dandelion Wine’ durante nueve meses, y simplemente no está terminada. Tenía la primera parte, «Los días de verano son sólo una revista, una revista / cortar hierba para la gasolina, para la gasolina», y eso es todo lo que tenía durante ocho meses. Y luego cogí la guitarra más tarde ese otoño y el resto de la canción llegó. Pero siento que están vivas, ¿sabes? Y nunca trato de hacer algo sobre ellas hasta que no se terminen.»

¿De qué trata esa línea? ¿Esa primera línea ‘Los días de verano son sólo una revista’?

«Sí, ya sabes, las primeras y últimas líneas son muy importantes para mí. Siempre las estoy buscando. Y para esa canción en particular, estaba escuchando una canción de Paul Simon llamada ‘Papa Hobo’, ¿conoces esa canción? Él tiene una frase sobre un niño creciendo en Detroit, y es como `Detroit, Detroit, got a hell of a hockey team / Got a left-handed way of making a man sign up on that automotive dream’, y yo sólo pensaba «Tío, una forma zurda», es una frase tan cool. Y recuerdo haber pensado, ‘No hay reglas en la forma en que podemos hacer nuestros propios dichos’. Y pintar un cuadro con una línea de palabras. Y tal vez incluso, si realmente no funciona el sentido fonético, pinta una imagen no importa sobre qué. Así que siempre estoy en busca de eso.»

Enlace a «Dandelion Wine»: https://www.youtube.com/watch?v=-N7H64IrfGY

«Big black car»es del corte más emblemático de su carrera por la razón que os conté más arriba, una hermosura desde el punto de vista instrumental, pero una proeza desde el lírico. Isakov, como en cada una de sus canciones, pinta un cuadro con frases metafóricas e interesantes, algo que también podemos advertir en «Unwritable Girl», otra de mis canciones favoritas, previamente incluida en el álbum «That sea, the gambler»

«You were a phonograph, I was a kid
I sat with an ear close, just listening»

“Gonna write one for you, the unwritable girl . . .”

Enlace a «Big black car»: https://www.youtube.com/watch?v=Pak0LEhFyAY

Enlace a «Unwritable Girl»:  https://www.youtube.com/watch?v=VAWvtZrJyl4

Para despedirse por todo lo alto, nuestro hombre nos presenta una relectura del «One of us cannot be wrong», de Leonard Cohen, hecha desde el respeto y la admiración y para la que cuenta una vez más con su amiga Brandi Carlile. Vale que no es la voz profunda de Cohen, ni la presencia de hombre consumido de Cohen, ni la mirada de pajarillos de Cohen, ni fue él quien utilizó los acordes de flamenco para crear la melodía…pero aun así es brillante. Existen varios tipos de brillantez, y de momento la categoría mundana se la otorgamos a Gregory, mientras que la de los dioses se quedará para siempre con el gran Leonard Cohen. 

Enlace a «One of us cannot be wrong»: https://www.youtube.com/watch?v=AYurRy61uA4

Sin duda, si debo escoger algo del trabajo de Isakov, hablaría de esa capacidad de contar únicamente lo suficiente de una historia para transmitir una emoción. Ese don para abrir puertas proverbiales y conectar con todos nosotros. Él es un tipo tranquilo que cuando no está de gira ni encerrado en el estudio, se dedica a cuidar de su jardín, y en su labor artística simplemente está ahí para agitar el cielo y el polvo, así como nosotros llevamos sus textos a nuestro terreno. Porque sus canciones pueden hablar de todos nosotros o de ninguno, solo depende de nuestra mente.

Gran semana a todos los seguidores de Nowhere blog, de buena música y, ¡que os quieran bien!